1.Reconoce tus limitaciones.Eres una creatura, no el Creador.Solo Dios es autosuficiente; tú,en cambio, necesitas de los demás.
2.¡Ora siempre!No solo en momentos especiales, sino siempre.En la vida cotidiana la presencia de Dios también te puede sorprender.
3.Ora desde tu debilidad y desamparo.Abandónate a Dios, confía en Él.
4.Permítete ser incapaz o incompetente.El único perfecto es Dios,tienes permiso para no ser perfecto.Tienes permiso para reconocer tu ignorancia.
5.Sé suficientemente amable y crítico al mismo tiempo.
6.Sé inclasificable, no te dejes encasillar.Da lugar a la sorpresa.Eres único.
7.Bendice todo lo bello y bueno, aun en momentos de cruz.
8.Sé escandalosamente "católico",disfruta de la bondad de la vida...
9.Acepta el paso del tiempo, abraza el envejecimiento; es parte de la vida.
10.Sirve al Dios verdadero, que está presente en todo lo que te rodea.
lunes, 3 de septiembre de 2012
SONRÍA
Eran tres amigos que se llamaban Tonto, Nadie, y Ninguno.
Tonto va y le dice al policía:
-Nadie se ha caído y Ninguno lo está ayudando.
Entonces el policía le responde:
-¿Usted es tonto?
-Sí, ¡mucho gusto!
Un hombre entra en un bar y le dice a voces al camarero:
-Por favor,camarero, una cerveza bien fría.
El camarero se le acerca y le dice:
-Oiga, caballero, ¡sin gritar!.Aquí no hay nadie sordo.¿Me había dicho solo o con leche?
El juez advierte a la sala:
-¡Silencio! Les advierto que como vuelva a oír un "abajo el juez", les echo a la calle.
-¡Abajo el juez! -se oye de nuevo.
Y el juez exclama:
-¡La advertencia no le incluye a usted, señor acusado!
Tonto va y le dice al policía:
-Nadie se ha caído y Ninguno lo está ayudando.
Entonces el policía le responde:
-¿Usted es tonto?
-Sí, ¡mucho gusto!
Un hombre entra en un bar y le dice a voces al camarero:
-Por favor,camarero, una cerveza bien fría.
El camarero se le acerca y le dice:
-Oiga, caballero, ¡sin gritar!.Aquí no hay nadie sordo.¿Me había dicho solo o con leche?
El juez advierte a la sala:
-¡Silencio! Les advierto que como vuelva a oír un "abajo el juez", les echo a la calle.
-¡Abajo el juez! -se oye de nuevo.
Y el juez exclama:
-¡La advertencia no le incluye a usted, señor acusado!
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