Un animoso joven se quitó el abrigo y se preparó para rescatar al que se estaba ahogando.Justo en aquel momento alguien de la multitud gritó.
¡No saltes! ¡El que se está ahogando es un judío! ¡Deja que se muera! ¡No arriesgues tu vida!
Enseguida la muchedumbre se unió y gritó a coro lo mismo...En contra del parecer de todos y poniendo su vida en grave peligro, el joven se lanzó a las peligrosas aguas del río.Tras duros esfuerzos, consiguió poner a salvo al hombre que estaba ya medio ahogado.Cuando los que habían presenciado el incidente se acercaron a ver al hombre que había sido salvado, exclamaron asombrados:
¡Gracias a Dios! ¡En efecto, es un alemán!
¡Sí, es alemán! ¡Y yo soy judío! gritó el joven que había salvado al hombre.
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