martes, 26 de junio de 2012

PALABRAS DEL ALMA

Dila por Dios que me espere
que no soy nadie sin ella
que mi corazón se muere
en una profunda huella.

Que cada estrella es su imagen
y cada luz su mirada
y que mi respiración
sin ella no vale nada.

Tus labios medio resecos
como una triste balada,
tu cabeza reposabas
en una almohada mojada.

Yo apretaba tus manos
y llorando te miraba
y volvía a decir a Dios:
yo sin ella no soy nada.



Si lloras, lloro contigo;
alégrame tu contento;
lo mismo que sientes siento,
¿y me llamas mal amigo?



No hay comentarios:

Publicar un comentario